Jaipur, conocida también como La ciudad rosa , es la capital del estado de Rajastán en la India. La ciudad fue construida en estuco rosado para imitar la arenisca. En 1905 el príncipe de Gales visitó Jaipur. Para darle una bienvenida correcta se decidió volver a pintar los edificios de la ciudad de color rosa. Desde entonces, este color se considera un símbolo de la hospitalidad de Jaipur.
Como capital de Rajasthan que es, en Jaipur hay decenas de lugares que merece la pena ver y un sinfín de cosas por hacer. Es cierto que al ser una de las ciudades más grandes y pobladas del norte de India, en una primera vista puede resultar un poco agobiante, pero si se le da la oportunidad, se aprende a quererla. Es una ciudad que tiene mucho que ofrecer.
En este post me voy a centrar en los imprescindibles de Jaipur; aquellos lugares de Jaipur que nadie debería dejar de ver en una estancia de unos dos-tres días, que es el tiempo que pasamos nosotros en la ciudad.
Nosotros llegamos a Jaipur desde Delhi en tren. Fue un trayecto bastante largo, como todos los trayectos que realizamos en la India. Como he explicado en el post Delhi , (si no lo has leído te recomiendo que lo hagas para saber dónde comprar los billetes) s egún aterrizamos en la capital, dejamos las cosas en el hotel que teníamos reservado y lo primero que hicimos fue comprar los billetes de tren en la estación para ir a Jaipur.
Salimos de Delhi hacia las 9 de la mañana y llegamos a Jaipur a las 14:00 de la tarde. Según salimos de la estación, teníamos un montón de tuk-tukeros ofreciéndonos hoteles y rutas. Nosotros, como de costumbre, y aun no teniendo hotel reservado, les dijimos a todos que no, que ya teníamos hecha nuestra reserva. Según íbamos alejándonos de todo el bullicio, entramos por unas callejuelas que no sabíamos ni dónde estábamos. Un tuk-tukero muy espabilado nos siguió, nos empezó a hablar tranquilamente, nos ofreció ir a ver el hotel donde él trabajaba, y cómo no, lo consiguió. Fuimos a ver el hotel que está a 500m de la estación, nos gustó, y nos quedamos. Lo primero que hicimos fue hablar con el tuk-tukero para acordar una ruta por Jaipur con él.En todo el sudeste asiático, pero sobre todo en India, es importante acordar los precios de antemano. A nosotros no nos pasó, pero conocimos a gente que no concretaron los precios antes de hacer algún trayecto o excursión, y que después tuvieron problemas. Por ejemplo, conocimos a una pareja catalana que sufrieron todo tipo de engaños en 48h, en nuestro mismo hotel. Primero os cuento nuestra experiencia y luego os cuento la experiencia de esta pareja.
En nuestro caso, hablamos con el tuk-tukero que nos había llevado al hotel. Le comentamos que íbamos a pasar allí dos noches, por lo que queríamos aprovechar al máximo esa tarde y sobre todo el día siguiente. Él nos dijo que sin problema, y que ya hablaríamos más adelante del precio. Le dijimos que queríamos estipular el precio de antemano, y al final quedamos en que pasaríamos 3h de esa tarde, y el día siguiente completo por 30 €. Nos pareció correcto, nos dimos la mano e hicimos el trato. El hotel en el que estuvimos fue el “ Hotel Classic Inn ”. Es un hotel bonito y acogedor, cerca de la estación de tren y del centro.
Ya habiendo hecho todo el plan, nos instalamos en la habitación, nos duchamos, comimos algo en el hotel y bajamos a nuestra cita con el tuk-tukero. Nuestro tuk-tukero tenía el brazo escayolado de un accidente que tuvo con la moto. Como nosotros somos moteros, ese fue el gancho que usó para engatusarnos cuando nos conocimos. Son unos artistas engatusando jajaja. Por esta razón, nos estaba esperando con su primo, que nos acompañaría toda la tarde y todo el siguiente día para conducir el tuk-tuk.
Esa tarde aprovechamos para ver las cosas que estaban en Jaipur mismo; el fuerte Nahargarh, el palacio de la ciudad, la ciudad antigua junto con los bazares y el Hawa Mahal (Palacio de los vientos). Estuvimos muy a gusto con nuestros dos tuk-tukeros, y nos preguntaron si nos gustaría ir a comer con su familia el siguiente día. Yo la verdad es que no podía estar más contenta !!! Haríamos parte de las visitas acordadas, comeríamos con su familia y seguiríamos el tour. ¡¡¡EL PLAN NO PODÍA SER MEJOR!!!
A la mañana siguiente desayunamos en el hotel, y fuimos a visitar Galtaji, el lugar más sagrado de Jaipur, el fuerte Amber, el Fuerte de Jaigarh y el Panna Meena ka Kund. Todas estas visitas fueron increíbles y muy recomendables.
Después de esta ruta nos llevaron a un pub muy curioso y tomamos un par de cervezas. Como sabrás, en el hinduismo está prohibido el alcohol. En algunos lugares no lo encontrarás; en otros lugares te sacarán las cervezas envueltas en papel de aluminio para que no se vea lo que es; en otros lugares consumirás sin problema, como fue el caso en este pub. A nuestro tuk-tukero no le gustaba nada consumir alcohol, pero a su primo le encantaba !!! Si hubiera sido por él se hubiera tomado 10 cervezas de medio litro!
Tomamos las cervezas y compramos un helado para los hijos y sobrinos de nuestro tuk-tukero. La compra del helado fue muy curiosa, por no decir que fue un pequeño engaño. Nuestro tuk-tukero nos llevó a una tienda para que compráramos un helado. Entramos, pagamos el helado y salimos. Al salir, dijo que éramos muchos en la comida y que iba a comprar otro helado, pero lo que vimos nosotros fue que cogió otro helado y que el de la tienda le dio más dinero. En seguida nos dimos cuenta de la jugada. El tendero nos cobró 2 € el helado, cuando en realidad no costaría ni 30 céntimos, y luego entró el tuk-tukero para repartirse las ganancias. Es Asia, y sobre todo es India, por lo que no le dimos mayor importancia.Nos montamos todos en el tuk-tuk y fuimos a su casa. Al llegar a su casa, en cuanto su sobrino de 4 años nos vio, comenzó a llorar muy asustado. Yo creo que evidentemente no seríamos los únicos a los que llevaría a su casa para sacar algo más de dinero para su familia, pero esta reacción me hico pensar que a lo mejor no era tan habitual como pensábamos.
Tenía una familia excepcional, y fue una de las experiencias más bonitas que vivimos en India. Jugamos con los niños, bailamos, vimos la casa y el barrio, comimos de maravilla,… ¿qué más se puede pedir?
La familia me regaló unos pendientes, por lo que yo también les di los míos. Yo tenía unos aros de bisutería, pero la familia pensó que eran de plata, por lo que en cuanto le di los pendientes a la hija, la madre y la abuela lo primero que hicieron fue pedírselos para mirar bien si eran buenos o no. Al no ser de plata, pusieron mala cara y se los devolvieron a la hija. Como he comentado en muchos de los post sobre India, las condiciones de vida son muy duras, por lo que entiendo perfectamente que intenten sacarnos algo de dinero para poder darles un futuro a sus hijos.Esta familia vivía en bastantes buenas condiciones gracias a que el padre se dedicaba al turismo, pero hay que entender que vivir en India en bastantes buenas condiciones quiere decir tener un techo y algo de comida para todos los días.
Cuando acabamos de comer, decidimos darles 20 € a la familia por la comida, nos despedimos con mucha pena, y nos fuimos.
Después de comer, fuimos a por nuestra última visita: el Jal Mahal. En este trayecto, nuestro tuk-tukero nos paró en una tienda de artesanía. Esto suele ser muy típico en el sudeste cuando pasas un día o unas horas con un tuk-tukero. En estas tiendas a donde nos suelen llevar a los turistas, los precios suelen estar por las nubes. Es muy típico que te cuenten que son artesanías que hacen en un orfanato, o que son cosas que hacen ellos mismos a mano, o, otras “películas”. Todo suele ser mentira, por lo que es mejor que no compres nada. Nosotros no compramos nada, y al salir de la tienda, el tendero le dijo al tuk-tukero que no éramos buenos turistas. El tuk-tukero se rio bastante;él ya sabía muy bien que nosotros no íbamos a picar, ya picamos en nuestro primer viaje al sudeste, concrétamente en Thailandia.
Bien, ahora vamos a explicar las malas experiencias que puedes vivir, y cosas importantes que tendrás que tener en cuenta, si en India y si en cualquier viaje. Ese mismo día que fue tan maravilloso para nosotros, para otras personas no fue así. Esa noche después de cenar, subimos a tomar algo a la preciosa terraza que tienen en el ático del hotel. Allí conocimos a la pareja catalana que nombré antes. Ellos llegaron en el mismo tren que nosotros, y al igual que nosotros, conocieron a su tuk-tukero en la estación y él les llevo al hotel. Hicieron el mismo plan que nosotros, pero con algunas diferencias:
- Acordaron el trayecto con el tuk-tukero, pero no acordaron el precio. Ellos querían acordar el precio, pero el tuk-tukero, con una sonrisa en la cara, les dijo que estuvieran tranquilos, que ya lo hablarían más tarde. Al finalizar el trayecto, el tuk-tukero les pidió 100 €. Ellos le dijeron que era mucho dinero y que no les pagaría eso. El tuk-tukero se puso bastante agresivo con ellos. Al final le pagaron 80 €.
- También fueron a comer a casa del tuk-tukero, pero les pidieron 30 € de ante mano por la comida. En la comida lo pasaron muy mal. El tuk-tukero tenía un hijo sordo, y nos contaron que no hacían más que reírse y burlarse de él. Cuando acabaron de comer, les pidieron más dinero para la familia, y tuvieron que darles otros 30 €.
- Antes de finalizar el día, también les llevaron a la tienda de engaños para turistas. Se creyeron todo lo que les contaron y se compraron un vestido de seda de 120 € y un mantel de perlitas de 80 €. Nosotros al final del viaje compramos un mantel igual en el mercado de Delhi por 2 € y vimos muchos vestidos de seda por 30 y 40 €.
Te cuento todo esto para que sepas cómo funcionan los engaños en India y para que andes con cuidado. Es muy importante fijar los precios siempre al principio, y por favor, cuando te lleven a una tienda a la que tu no hayas pedido ir, no te olvides que son acuerdos del tendero y del tuk-tukero para sacarte el dinero.
Al siguiente día nos levantamos, desayunamos, y nuestro tuk-tukero y su primo nos llevaron a la parada de autobús de donde salía nuestro transporte hacia Pushkar. A la hora de despedirnos el tuk-tukero nos pidió más dinero para su primo, según él porque el primo también había estado con nosotros casi dos días. Le dijimos que eso no era cosa nuestra, que él le debería de pagar a su primo, pero que ya le daríamos 10 € por lo a gusto que habíamos estado con ellos. Él se reía porque sabía muy bien que teníamos razón, pero también sabía que, aunque no fuera mucho, algo le daríamos. Nos despedimos con mucho cariño y nos pusimos rumbo a Pushkar.
IMPRESCINDIBLES DE JAIPUR:
- La Ciudad antigua junto con los Bazares de Jaipur: Nada más atravesar las enormes puertas que dan acceso a la ciudad antigua, uno se encuentra en los bazares que tanta fama han dado a Jaipur, divididos en gremios por calles y callejuelas. Te recomiendo hacer el recorrido comenzando por la puerta Chandpole, en la «Ciudad Rosa». Ahí comienza una larga avenida cuyo primer tramo es conocido como Chandpole Bazaar, donde se encuentran tiendas de especias, legumbres y alimentación en general. A continuación, sigue Tripolia Bazaar, en el que la mayoría de los comercios venden menaje del hogar.Al llegar a la rotonda Manak Chowk se puede hacer una primera incursión a la izquierda para ver la fachada del Hawa Mahal (Palacio de los Vientos), o bien girar a la derecha, entrando en Johari Bazaar, donde se concentran las joyerías (Jaipur es especialmente famosa por sus piedras preciosas y semipreciosas) hasta llegar a la puerta Sanganeri Gate. Sin salir de la “ciudad rosa”, un último giro a la derecha nos introduce en Bapu Bazaar, lleno de tiendas de tejidos, sarees, calzado y perfumes. ¡Como para aburrirse!
CONSEJO: No pienses que esto va a ser un paseo tranquilo en el que ver tiendas y productos. En las ciudades de la India no existen paseos tranquilos, pero muchísimo menos en bazares, mercados o cerca de cualquier comercio indio. Todos los comerciantes te esperarán a las puertas de sus negocios o saldrán corriendo de ellos para abordar e intentar venderte algo. Mi consejo es que te lo tomes con humor y que disfrutes esos momentos curiosos, porque si no, puedes agobiarte mucho y llegar a pasarlo realmente mal.
- El Hawa Mahal o «Palacio de los vientos»: Icono de Jaipur, la fachada del Hawa Mahalno pasa desapercibida. Sobre lo que representa hay dos teorías: algunos dicen que tiene forma de cola de pavo real, mientras que otros aseguran que es una corona. Tal vez ninguna de las dos sea cierta.
El Hawa Mahal fue añadido al Palacio Real que en su momento estuvo destinado al Harén. De ahí sus 953 ventanitas, las cuales permitían que las mujeres observasen el trasiego de la ciudad sin ser vistas. El viento que circulaba a través de ellas dio nombre al palacio.
Si bien lo más representativo del Hawa Mahal es su espectacular fachada es posible visitar su interior. Nosotros no entramos, de hecho muchos guías desaconsejan su visita ( «en el interior no hay nada» , dicen, y es cierto, ya que está vacío) pero en caso de que se quiera, es posible.
- El Palacio de la Ciudad: Residencia de los gobernantes de Jaipur desde la primera mitad del siglo XVIII, este complejo de edificios y patios presenta una exquisita fusión de la arquitectura rajput y mogol. Lamentablemente, en su mayor parte solo es posible ver los espacios exteriores. Solo se permite la entrada al interior del Mubarak Mahal (la «casa de invitados») donde actualmente hay una exposición muy interesante de trajes y vestidos de la familia real, a la armería y a la sala de audiencias. El palacio privado (Chandra Mahal) es accesible únicamente con una excursión guiada por la que hay que pagar un buen suplemento. Nosotros la verdad es que no entramos, pero por lo que me comentaron, creo que, si lo comparamos con otros grandes palacios y fuertes de Rajasthan, el Palacio de Jaipur es una visita un poco más flojilla.
- Galtaji, el lugar más sagrado de Jaipur: En las afueras de Jaipur y en un entorno natural un apacible se encuentra Galtaji, un conjunto de templos, pabellones y estanques para el baño ceremonial que atrae desde el siglo XVI a devotos peregrinos. Una nutrida colonia de macacos Rhesus ameniza la visita. Yo no me lo perdería, fue uno de los lugares más bonitos que visitamos en Jaipur.
- Fuerte Amber: El Fuerte Amber se encuentra a unos 10 kilómetros de Jaipur, por lo que habréis de tomar un rickshaw o tuk-tuk para llegar hasta la base de la colina donde se encuentra. Una vez allí, podéis subir perfectamente a pie en un paseo de 10 minutos, aunque seguramente os presionarán para que lo hagáis en jeep o elefante. ¡No lo hagáis! Los elefantes (que en realidad son elefantas) viven en condiciones de esclavitud y sufren terribles malos tratos desde que nacen hasta que mueren para entretenimiento de los turistas. Residencia de los Kachhwaha hasta que en 1727 trasladasen la capital a la actual Jaipur, Amber es en mi opinión uno de los fuertes más bonitos de Rajasthan.
CONSEJO: esto no sé si es un consejo, una petición, o no sé cómo llamarlo, pero por favor, antes de tomar una decisión pensar en las consecuencias que tiene. Esto lo digo porque como he comentado, cuando visites el Fuerte Amber, verás que existe la posibilidad de subir en elefante. A priori te puede parecer una experiencia diferente y divertida, pero la situación de los elefantes en la India, y en Asia en general es terrible. Sufren cada día maltrato animal con un único fin; hacer negocio con ellos gracias a los turistas. Si existe este negocio, es porque hay demanda. Por favor, dejemos de participar en este tipo de cosas. Para más información te recomiendo que visites mi post “maltrato animal en el sudeste”.
- El Fuerte de Jaigarh : es una estructura defensiva construida en la cima de un monte en las cercanías de la ciudad de Jaipur, justo al lado (aunque varios metros más arriba que él) del Fuerte de Amber. Se trata de una edificación formidable a la que se acceda a través de una senda para peatones que conduce hasta la entrada principal, conocida como Dungar Darwaza.
- Panna Meena ka Kund: Panna Meena ka Kund también conocido como Panna Mian ki Baori o Panna Mian ka Kund. Se encuentra a una distancia de 5,6 km del fuerte de Jaigarh. El kund se encuentra cerca del Museo Anokhi. Fue construido en el siglo 16º para que la gente pueda nadar y relajarse.
- Jal Mahal: Jal Mahal, también conocido como el Palacio Acuático, se encuentra en medio del lago Man Sagar, a unos 1,9 km de Amer. Raja Jai Singh II construyó el palacio en el siglo 18º para su residencia. Construido en piedra arenisca roja, este palacio es una fusión de los estilos arquitectónicos de Mogol y Rajput. Al palacio se accede con embarcaciones tradicionales.
- Fuerte Nahargarh: Irremediablemente hay que añadir otro fuerte entre cosas imprescindibles que ver en Jaipur. El fuerte de Nahagarh se encuentra en las colinas de Aravalli, desde donde se puede disfrutar de unas espléndidas vistas de la ciudad rosa de Jaipur. Nahargarh Fort fue construido en 1734 y ampliado en 1868, dominando la ciudad desde una escarpada cresta hacia el norte.
- Jantar Mantar: Nosotros no fuimos, pero es el más grande de los cinco observatorios astronómicos mandados construir por Sawai Jai Singh II (los otros cuatro se encuentran en Delhi, Ujjain, Mathura y Varanasi). Está compuesto por 16 instrumentos de cálculo, algunos de los cuales todavía se emplean para predecir fenómenos como la fecha de llegada del Monzón. Dicen que la visita es muy interesante si se cuenta con un buen guía que explique al detalle el funcionamiento de cada uno de los instrumentos. Si no, también se puede alquilar una audio guía.
- Cine Raj Mandir: Fuera de las murallas del casco antiguo, este cine es una visita realmente imprescindible en la ciudad. El propio interior del edificio, que es cuanto menos pintoresco, merece mucho la pena, pero también merece mucho la pena por darse cuenta del gusto de ver una película de Bollywood en uno de los cines más famosos del país. El cine Raj Mandir solo tiene una sala y las sesiones son a las 12:30, 15:30 18:30 y 21:30. Mi recomendación es llegar al menos 20 minutos antes para comprar la entrada (ya que puede haber cola) y que os sobre algo de tiempo para ver cómo iluminan el hall.
- Los mejores lassis de Jaipur: Por último, no puedes abandonar la ciudad sin probar los deliciosos lassis de «Lassiwala», un pequeño local en la calle MI Road, casi llegando a las puertas de la Ciudad Rosa. Los locales imitadores se cuentan por decenas, pero es fácil distinguir el original por las colas que se forma ante él.
CONSEJO: les va tan bien que solo ofrecen lassi hasta la hora de comer, así que, si vas por la tarde, tendrás que conformarte con el de sus competidores, que también están muy ricos.
- Albert Hall Museum: Pese a que nosotros no lo visitamos, situado junto al amplio jardín de Ram Niwas, este edificio de excelente y muy colonial arquitectura Indo-sarracena de finales del XIX alberga el museo estatal de Rajastán, que exhibe una estimable y muy variada colección de obras artísticas, objetos arqueológicos y enseres tradicionales.
- Birla Mandir o Templo Laxmi Narayan: La riquísima familia Birla ha financiado desde principios del siglo XX la construcción de unos quince templos a lo largo y ancho de la geografía del país. Este de Jaipur data de 1988 y es una joyita arquitectónica de mármol blanco muy interesante de ver.